Era la mirada que esconde mil y un secretos, preocupaciones y demonios...
Esa mirada contenida e ida de alguien que tarde o temprano va a explotar por no soltar... y tomar decisiones.
Eran las respuestas de alguien que solo evade y no quiere afrontar...
Era un hombre atormentado, inseguro y perdido en la rueda del día a día...
Y yo, una mujer a la que le estallaban las verdades en sus manos pero se negaba con todas su fuerzas a aceptarlas y alejarse.
Una mujer terca que sabía que no hay nada más sino intentos y pocas esperanzas en un futuro a su lado.
Una mujer que decidió descartar un - nosotros - y se aferró a sus proyectos personales.
Un hombre roto y a medio construir con
1 comentario:
Sí, voy a hurgar mucho más por aquí.
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