Esta noche mi mirada se debate contra la tuya...
No quiero pronunciar palabra alguna... solo siento cómo mis ojos se mueven de un lado al otro clavándose en los tuyos...
Ausculto tu alma, la siento fría, apenada y con ganas de abrazar a la mía.
Escucho como los carros pasan y los transeúntes nos esquivan inmersos en sus micro mundos sin importarles si quiera el por qué nuestros cuerpos están inertes en medio de aquella avenida...
Es una noche sin luna, despejada y fría...
Tu mirada está a punto de sucumbir ante la mía, tu lengua humedece los labios preparándose para de una vez por todas cortar nuestro silencio en medio de aquella jungla de concreto. Pero esta vez, no quiero escuchar tu voz, no quiero embriagarme con tus palabras. Esta vez quiero irme sobria y seguir con el camino de mi micro mundo...
Esta vez, simplemente me acerco a tus labios, los humedezco con los míos, doy media vuelta y me pierdo entre la gente.
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