Las puertas se abrieron y mi mirada se cruzo con la tuya... sentí un fugaz corrientazo en mi estomago y rapidamente baje mis ojos, pero el daño ya estaba hecho, nos habíamos reconocido.
Después de unos segundos, te ubiqué entre la gente. Te habías escabullido a pocos metros de mi.
Mientras estaba sin estar ocupada, te escudriñaba. Miraba con detenimiento tu rostro. Ya no tenías la barba poblada y tu corte de cabello era distinto. Definitivamente cinco años nos habían pasado.
Dejé de mirarte y sentí como posaste tus ojos en mi. Jugando con mi cabello, dejaba que te deleitaras con mi nuevo yo. Deseando que pensaras en lo que te estabas perdiendo, anhelando que me desearas como aquellas noches.
Las puertas se abrieron, he intuí que esta era tu partida. Mientras caminabas a la salida, nuestras miradas se cruzaron, pero esta vez esbocé aquella sonrisa que decías amar. Tú, inclinando levemente la cabeza, sonreiste.
Observandote mientras el articulado estaba en movimiento, agradecí al destino. Porque sabía que sus azares eran los únicos que por leves minutos juntaban de nuevo nuestros caminos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Hace 28 años
Esta vida juega algunas veces, de maneras que rayan entre lo cómico y lo aterrador. A qué escritor se le ocurriría que una madre muriera el...
-
Hay tres tipos de personas, las que quieren saber su futuro, las que les da miedo y las que prefieren vivir el día a día. Yo soy de las ...
-
Escribir mil veces que te amo.. Caminar bajo la lluvia y dejar que tu recuerdo asalte mi mente y me haga sonreirle a aquellos rostros grise...
-
Esta vida juega algunas veces, de maneras que rayan entre lo cómico y lo aterrador. A qué escritor se le ocurriría que una madre muriera el...
2 comentarios:
Me gustó. Quisiera saber cómo sigue esta historia que parece prometedora.
Saludos.
Liviano, inquietante, sutil, sensual... una deliciosa manera de entrar a tu blog
Publicar un comentario