Ese olor! Dios ese olor..! simplemente la teletransportaba a su taller... era inevitable abrir un oleo y no olerlo..
Olia a él! a su pasado, a sus manos acariciando su cuerpo desnudo, a risas prohibidas, a botellas de vino y a cigarros..
- Mariana vas a comprarlos o vamos?
- No querido, todavía me queda... mejor llevo pinceles.
sábado, noviembre 20, 2010
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4 comentarios:
la imaginación siempre encuentra una ruta de escape, por eso considero que la imaginación no debe ser cautiva de la mente, afortunadamente existen tus manos para permitir que escape.
Eduardo Arango
Gracias parcerito...
Algunas veces está la imaginación... pero las manos tardan en procesar las ideas para convertirlas en letras!!
besos Edu
Bellísimo genia!! Como todos tus poemas!!
un abrazoooooooo
Lo único que veo es que tanto "Juan" como "Mariana" no limpiaban seguido el lugar donde Mariana sacaba toda la insipiración.
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