Siempre la evita ocupando su mente leyendo, escuchando música, hablando por teléfono o cocinando, pero jamás dejaba que le tocara su hombro y le susurrara: '' Es hora de tomar una decisión.''
No era necesario, esa frase rondaba su cabeza todas las noches... Pero siempre la disipaba con ''algo'' mas importante.
Jugaba con su conciencia. La capoteaba, la enredaba, la dejaba para después; Y ella solo esperaba sigilosamente, sabiendo que la única perjudicada era ella, sabía que cada vez esa decisión se convertía en un demonio que jugaba con su sombra y se alimentaba de sus miedos e indecisión.
Sin embargo, aquella noche, sentada en su sofá, la invitó por fin a pasar. Era tiempo de dialogar. Humedecía sus ideas con una copa de vino tinto.
La miró fijamente, como quien se enfrenta ante el miedo de su vida y le dijo:
'' Es hora de tomar una decisión, ya tengo las cartas que usaré esta vez y ante ellas desglosaré sus posibles caminos para tomar el que mejor me convenga. Por primera vez, dejaré de preocuparme por los demás y seré egoísta; simplemente pensaré en mi... En mi felicidad, en mi bien propio.''
Es hora de armar la ruta de su vida, el mapa de su felicidad...
2 comentarios:
Todo me parece genial... guardar algo para nosotros es indispensable... tener secretos que llevaremos a la tumba, también... pero lo que es imperdonable es no saber el camino a la felicidad, dejar el cuando y empezar con el como lograrlo...
Saludos Mariana.
Raúl, si tienes el camino a la felicidad escribe un libro! te harías millonario..
La verdad no creo que exista un A B C para la felicidad. Para mi se toca, se saborea y después sin explicar el por que... se agota y hay que volver a retomar otra felicidad...
Todo se transforma, nada es estático y menos la felicidad...
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