miércoles, junio 20, 2012

Un viernes en soledad



Era necesario ir a tomar un trago, no importaba tener que beberlo sola, simplemente, sentir como el licor invadía un poco su torrente sanguíneo... y despejaba un poco la nube de voces que tenía su cabeza.

Parejas y grupos de hombres hablaban y reían... Uno que otro posó los ojos en Mariana, bebían y la miraban..
Ella simplemente disfrutaba su ron al compás de la bulla de la gente.

- Señorita, el joven de aquella mesa le manda a decir que su próximo trago lo pagará él... -Rubén le indicaba con la mirada el joven que le acababa de invitar a un trago, pero Marina, no movió la mirada y simplemente dijo:
- Gracias por el recado Rubén, pero déjale saber al señor que no obtendrá absolutamente nada pagando ese trago.
- Si señorita.

Rubén se acercó al joven

- La señorita Mariana le agradece el trago pero le informa que no quiere beber con alguien o ser molestada...
- Gracias, ahora invitale dos.

- ¡Ey! Rubén, hora de otro roncito, éste se lo cargas al gigoló aquel...
- Si señorita, sale otro Ron...!!

- Andas tomando mi trago no Mariana...
- Si... ¡salud por ti! - decía sin ni siquiera voltear a ver al sujeto al que hace unos instantes llamó gigoló -
- ¿Y brindas sin saber mi nombre?
En aquel momento Mariana volteó y se sorprendió al ver lo atractivo que era el sujeto que le invitaba el trago, tanto, que sus ojos no pudieron ocultar su asombro...
- Cómo te llamas
- ¿ahora si importa?
- ...Si... debo ponerle nombre al próximo sorbo.
- Me llamo Augusto - sin dejarla de mirar y sentir cómo el olor del perfume de Mariana penetraba sus fosas nasales -
- Mucho gusto Augusto, ¡salud! - acercando su vaso, brindó sola con la botella de cerveza que yacía en la barra -
- Es muy pronto para decirte que me encantas y que me importa cinco que me hayas mandado recado con el mesero informándome que no querías ser molestada
Mariana sonrío, bebió el último sorbo de su trago y clavo su mirada en aquellos ojos miel - La verdad, hoy no busco ni labios ni sexo, solo quiero estar sola, muchas gracias por el trago Augusto, niño de ojos bonitos pero hoy es un no para ti...

-¡¡Rubén!! te pago
- Gracias señorita Mariana, vuelta cuando guste.

Agarró su bolso, se acercó a Augusto y le dio un beso en la abertura de los labios - ...Buenas noches... -

- Al menos dame tu número, dijo fuerte Augusto viendo como aquella mujer de lindo rostro y delicioso olor se alejaba de él cerrando la puerta del bar.

-Rubén, ¿quieres propina? consígueme el teléfono de esa mujer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay personas que de pronto se cruzan por nuestras vidas, azar o destino?, no lo se pero nos dejan una huella imborrable para siempre...Salud! Yo tengo a mi propia Mariana, que eres tu...la diferencia es que yo no te dejare marchar asi de facil...Besos y tragos... @Rckroluis Luis Armando E.B. Tq Vanne

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