Observaba a las parejas que estaban en el lugar, analizaba sus gestos, sus miradas, sus movimientos... sus palabras...
Ella no sufría de soledad, amaba poder tener espacios para ella. Ir a comer a su restaurante preferido y disfrutar de no tener que hacer pausas para hablar...
Al menos una vez a la semana, salía a caminar por los parques en donde vivía o subía a la 15 o la 11 para disfrutar cómo el mundo iba a mas de mil revoluciones por minuto mientras ella, disfrutaba de su andar... de las miradas concentrados en el piso, perros caminando sin dueño, personas estresadas en buses, taxis y carros, rostros concentrados en las pantallas de sus iphones o blackberrys y no en la conversación de la persona que va a su lado...
Mariana, pidió un moka, prendió un cigarrillo y sintió deseos de escribir. Sacó su libreta y empezó a ver como las letras por fin de nuevo fluían y plasmaban algo en un papel...
Hace mas de 6 meses no había podido escribir. Alguna vez pensó que su inspiración se había ido en la maleta de Antonio, su ex compañero de vida..
Mil y un veces intento escribir. Cambio de ambiente. Se fue a la cabaña, a la orilla del mar, cambio su escritorio de lugar, compro por fin la tinta morada para su pluma y otra silla, ensayo poniendo música clásica, de la naturaleza y jazz... Pero nada... ni un párrafo, todo era en vano..
Su agente ya estaba preocupada. Ya que habían firmado un contrato con la editorial para que cada tres años Mariana escribiera un libro y este año debía empezar a trabajarlo..
Escribía, tomaba café y fumaba.. Natalia, la mesera ya conocía a Mariana y sabía que cuando ella estaba en aquel trance, simplemente tenía que tenerle la taza con café y el cenicero con espacio para colillas...
Aquel viernes escribió el primer capítulo de Mascaras y otros desamores, pero tuvo que interrumpir su inspiración porque Natalia le informó que en media hora iban a cerrar, pero estaba feliz, hasta su rostro había cambiado, sus ojos volvían a tener ese brillo, su sonrisa salía de nuevo natural, su alma podía volver a estar en paz...
- Nata, muchas gracias y por fa, mañana separame esta misma mesa, vengo a las cuatro...
- Claro que si señorita Mariana, le digo algo, sus ojos tuvieron un cambio radical, no sé... tienen un brillo que no tenían cuando entraron...
- Si? - sonrío Mariana - Eso dice Patty, mi agente, cambian cuando escribo, nos vemos mañana Nata..
Tal y como le dijo a Natalia, a las cuatro estaba de nuevo en el café, fumo dos cigarrillos y se tomó una taza de moka mientras re leía lo que había escrito la noche anterior y de esta manera, re tomar el hilo de la historia...
Mariana siguió con el capítulo dos y tres de la novela hasta que de nuevo, Natalia tuvo que interrumpirla, no sin antes informarle que un hombre había preguntado por ella y que lastimosamente tuvo que irse, no quiso interrumpirla pero le dejo dicho que sus 4 tazas de café y su media de cigarrillos los había pagado.
- Qué cosas dices? cuál hombre, no vi a nadie solo, soy la única persona que se sienta en este cafécito sola!
- No señorita Mariana, es verdad. El hombre le dejo hasta una carta - en aquel momento Natalia sacó un papel doblado en cuatro, se lo entregó y recogió la taza y el cenicero de la mesa -
Querida extraña, pensé mas de una vez en sentarme a tu lado y decirte ''hola'' pero supuse que me mandarías a la mismisima porra por interrumpir tu letargo literario. Solo quiero que sepas que aunque no estuve contigo, me acompañaste a tomar mi café y fumarme un cigarrillo. Por eso decidí pagar tu cuenta. No me parecía justo contigo que pagaras tus cigarrillos cuando me acompañaste de una manera complicente a fumarlos.. By the way, mi nombre es Augusto Ferllin, tengo 30 años y muero por conocer el rostro de aquella mujer que es capaz de acabar con 4 tazas de café y media cajetilla de cigarrillos.
Mañana date una pausa en tu andar y déjame invitarte a una taza de café, en tu mesa ''inspiradora'' pero esta vez, charlada.
Te busco a las 6:00 p.m
Un abrazo
AF
Mariana, sonrío, cerro la carta y buscó a Natalia, pero ya se había ido.. - ayy querido destino, listo!! sabes que me gustan tus juegos y te reto -
Llego a la casa, saco a Jacobo al parque, después, le dio de cenar, se cepillo los dientes y ella y mascota se fueron a dormir..
Al día siguiente llego a las cuatro de la tarde al café, trato de escribir pero no logro mucho, solo miraba el reloj y de vez en cuando subía la mirada para percatarse de los hombres que entraban al lugar...
Mientras estaba concentrada en su celular hablando con su mejor amiga por chat, una voz masculina la interrumpió
- Hola querida literata! - en aquel momento Mariana subió su mirada para convertir las palabras de aquella carta en rostro..
- Hola querido extraño que invita tazas de café y cigarrillos - Aún de pie, Augusto estiró su mano para estrechar la de Mariana - mucho gusto, Augusto Ferllin
- Mucho gusto, Mariana Carrión
- Mucho gusto, Mariana Carrión
Augusto y Mariana hablaron hasta la una de la madrugada, se contaron su vida. Él, un arquitecto iniciando su propia empresa, ella, una escritora con dos novelas ya publicadas. Definitivamente entre ellos se encendió de nuevo la oportunidad del amor.
Augusto acompañó a Mariana hasta la puerta del edificio, le dio un beso en la mejilla mientras le decía que la llamaría mañana para que le contara cómo iba su libro e invitarla a cenar.
- Un placer conocerte Mariana Carrión... me gustas y mucho.. y por eso quiero que me des la oportunidad de conocerte y por qué no, amarte...
3 comentarios:
Muy bonita la Historia, me gusto como trasmites la sensación de un posible nuevo romance.
:)
Esta historia es hermosa, la describes perfecto. Me gustó baaastante.
creo que tendré que salir a tomar un café por ahi .. a ver si tengo esa suerte ! jaja .. excelente historia!
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